martes, 25 de marzo de 2008
viernes, 15 de febrero de 2008
0 a 1 año
Así de pelado, chico y con cara de chinito era mi Pedro cuando llegó a la casa. Aquí está dormido sobre el mudador.
Era una guagua sonriente, simpática, exquisita, pero llorona. En general, no se tomaba toda la leche y después le daba hambre mucho antes de la hora en que tocaba la próxima. En el fondo, quería libre demanda, cosa imposible si se tienen trillizos.
Padre e hijo agotados después de varias noches sin dormir casi nada.
Dormido en el coche.
Dormido en el coche.
Haciendo tuto plácidamente con su monito.
En el baño mirándose al espejo con Pancho.
Muy abrigado para pasear.
Durmiendo con su "tutete especial". El papá le había cortado una parte para que no le topara con la nariz y pudiera respirar cuando lo tenía puesto.
En brazos de la Toti con unos pantalones que le llegaban casi hasta el cuello.
De guatita.
Pensativo.
Serio.
Serio.
En su cuna, después del desayuno con pigglet. En esa época habíamos trasladado su cuna a la salita porque estaba aprendiendo a dormirse solito (con el "Duérmete Niño") y hubo que aislarlo para que los hermanos pudieran dormir tranquilos.
Riéndose.
En el columpio saltarín, prohibido por la kinesióloga. Lo usamos pocas veces, pero le encantaba.
Sentado en el sofá blanco (que dejó de existir gracias a los trillis) jugando con unas ovejitas de la Antonia.
En el columpio saltarín, prohibido por la kinesióloga. Lo usamos pocas veces, pero le encantaba.
Le cargaban los ejercicios de la kinesióloga. Lloraba tanto que un par de veces se los hizo en la tina, donde se relajaba y lo pasaba mejor.
jueves, 14 de febrero de 2008
De 1 a 2 años
Cuando Pedrito empezó a pararse apoyado en los muebles fue una gran emoción para todos. Ahí nos dimos cuenta de lo perseverante y autoexigente que iba a ser.
Con esta carita veía "El Señor Galopante" en el computador.
Feliz.
En el suelo del baño rompiendo el papel en pedacitos.
En el jardín de la casa de los Edwards Viviani una vez que fuimos a almorzar.
Esta silla tuve que esconderla en un clóset porque se peleaban por sentarse en ella, se apoyaban en el respaldo y se caían con silla y todo. El día que le saqué esta foto, Pedrito descubrió el escondite de la silla y estaba fascinado sentado en ella.
Adentro de un hoyo en la arena.
Adentro de un hoyo en la arena.
Jugando con baldes y pala. Feliz de la vida.
Con la cara llena de arena después de haber hecho "escalopa".
Con cara de malo, jugando en la salita del depto.
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